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Reino de las tinieblas

Aquella noche

Aquella noche tuve una recaida. Cogí la pistola que guardaba en el cajón de mi mesita de noche y me apunté con ella a la sién. Tenía intenciones de terminar con este dolor. Pero en ese momento ella entró por la puerta, sin previo aviso. Cuando me encontró yo todavia estaba borracho y deprimido, pero me sonreía como si yo no fuese la mierda que era. Fué en ese momento cuando decidí volver a guardar la pistola en el cajón en el que estaba. Mas tarde enterraría esa pistola bien lejos. Donde nadie, ni siquiera yo, podría encontrarla. Ella me sonreía, pero sus ojos que lo habian visto todo parecían tristes. La invité a entrar, sabía que mientras ella estuviese en esa habitación el dolor no aparecería.

Anoche la historía se repetía. Pero esta vez era yo el que corría con los ojos llorosos hacia su habitación, esperando entrar a tiempo por la puerta. Sonreí, aún con los ojos llorosos cuando vi que habia llegado a tiempo. Guardo su pistola en el cajón de su mesita de noche y me invitó a pasar. Pero todavía no he conseguido que la entierre donde nadie, ni siquiera ella, pueda encontrarla.

1 comentario

Anónimo -

Supongo que he evitado una tragedia, si es que te refieres a mi, sino es así :p me alegro de que te hayas "salvado" de las garras de la desesperación, controlando tu amargura y tirando para adelante a tu manera, sonriendo un poquito màs cada vez.

Entierra tu pistola y dale funeral, la mía la tendre descargada



tk amor